martes, 28 de julio de 2015

La puerta

Cuando llegaste estaba bien. Sonreía y mi risa tenía algo de color.
Cuando llegaste me asusté. Al abrirse la puerta la bocanada de aire agitó todo mi ser.
Cuando cruzaste el umbral sentí cómo el suelo se tambaleaba. No estaba hecho para aguantar a dos personas después del terremoto que sacudió los cimientos.
Cuando me miraste a los ojos quise entender algo más. Y fui incapaz. Quise que me dijeras qué iba a pasar. Y ni siquiera tú lo sabías.
Cuando me dijiste que nos volveríamos a ver no quise creérmelo. Pero al salir dejaste al puerta abierta. Y mi suelo se sentía más nube que parqué. Cada noche veía las luces del atardecer y no la oscuridad. Y no fue por ti, fue por mí.
Cuando te fuiste estaba contenta, porque sabía que podría aguantarlo. Porque sabía que no quería. Porque volvía a sentir. Porque confío en ese algo. Porque podía sonreír. Porque quería sonreír.
Cuando te fuiste tenía ganas de volver a verte.
Dessert abbandoned houses

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