miércoles, 14 de noviembre de 2012

100 razones

El metro estaba lleno a reventar pero una persona se levantó de su asiento para bajar, justo delante de nosotros. Mi marido se sentó e hizo un gesto como para que me sentara encima. Obviamente no me iba a sentar, tenemos 40 años, no 15. Mi marido, al ver mi negativa se encogió de hombros y siguió ojeando el periódico.
Y ahí me quedé, de pie, durante otras cinco paradas, preguntándome porqué me habría casado con semejante subnormal.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Esto no es un diario

No utilizo este blog como diario. No escribo sobre mí, al menos no todas las veces.
No me auto-complazco en el dolor, no me conoces, sólo lees lo que escribo, que deja al descubierto un trozo de mi alma para quienes quieran y sepan entenderme.
No me gusta sufrir, pero encuentro inspiradoras ciertas experiencias, mías y ajenas. Sobre eso escribo.
Que nadie intente echarme la culpa a mí de cómo los demás me tratan, y muchísimo menos creer saber cómo me tratan los demás por lo que escribo.
Soy una persona, con sentimientos, que ha sufrido, pero que ha sabido levantarse una y otra vez.
No soy lo que la gente piensa que soy:
No soy superficial, ni simple, ni corriente, ni similar a nadie. Nadie tiene derecho a juzgarme, porque si yo misma no me conozco bien... ¿Cómo te dignas a decirme que me conoces?
Cada día soy de un color, no eres tú quién me pinta con plastidecor.

Nadie va a detenerme, ni apartarme de lo que quiero hacer.