sábado, 27 de junio de 2015

Una se pone cursi

Quiero escribir de lo nuestro. Nuestra historia. Idealizarla, como hago siempre aunque lo niegue, dejar toda mi esperanza puesta en ti y guardarla aquí, bajo la llave de esta privacidad en público. Porque sólo yo sé lo que estoy diciendo realmente. Y a veces ni siquiera eso.
Escribiría que tus ojos son muy azules, demasiado azules. Y que me miras como si te sorprendiera.
Describiría tu risa porque me hace gracia. Aunque no sé si sabría hacerlo ahora. Quizás debes volver a reírte en mi oído para que grabe cada nota y la refleje en este lienzo.
Contaría cómo pronuncias las cosas, con ese acento que tienes, y depositaría mis dudas sobre cómo te suena a ti el mío. Hablaría de cómo intercambiamos palabras sin ninguna intención, sintiendo de verdad que aprenderemos a hablar una lengua que no es la nuestra.
Me pregunto si tiene sentido.
Quisiera intentar expresar lo irreal de la situación, las estadísticas y las posibilidades y lo poco que nos importa, visto lo visto. Hablar de los planes, que suenan bonitos mientras son eso, planes.
Sobretodo me gustaría pintar el cómo me mimas, el como me miras con ojos que no entiendo, el cómo lo has hecho desde el principio.

Pasarelle du college, Lyon

viernes, 12 de junio de 2015

Salvajes e impredecibles

Si me dijeras digas cosas bonitas todos los días y si me siguieran sorprendiendo, si cada vez que me llames "amor" me sonara de manera diferente. Si me sorprendieras con flores, aunque sean dibujadas, y si me regalaras chocolate que pudiéramos compartir.
No te gustan mis pelis ni a mí tu fútbol, pero lo vemos juntos porque es divertido.
Me llevas a sitios secretos y a lugares de ensueño, salvajes e impredecibles, como la vida misma.
Puente Japonés, Monet
#nowplaying: 'No Freedom'- Miley Cyrus

domingo, 7 de junio de 2015

Sobre porqué dejé 'Masters of Sex' y otros descubrimientos

'Masters of Sex' por Entertainment Weekly
El verano pasado dejé de ver 'Masters of Sex' porque ciertas situaciones -prácticamente la trama principal de la serie- se había puesto contra mí en el momento de mi vida en el que menos estaba dispuesta a ver algo así. No sólo perdí el interés por completo, sino que me vi incapaz de acabar de ver los capítulos sin sentir profundo rechazo.
La abandoné, cosa que para mí resultó como abandonar a una mascota, a alguien a quien quieres. No era capaz de seguir su ritmo.
Las razones se fueron aclarando con el paso de los meses. Primero culpé al tiempo. Como siempre se hace en estos casos.
Ahora soy consciente de que nada que ver tenía con las horas, los planes o el trabajo. Simplemente no estaba preparada. Ni siquiera quería estarlo.
Y no nos confundamos, no es que ahora disfrute con un hombre y una mujer teniendo una aventura extramatrimonial, es que ahora, a diferencia de entonces, soy capaz de entender que es ficción y no una respuesta del universo a mi vida. No es que la población mundial quiera hacerme ver que lo más normal del mundo es ponerle los cuernos a tu pareja.

Es curioso que me ponga a hablar aquí sobre este tema que, teniendo un blog de series que idolatro, hubiera encajado mejor en otro sitio. Pero a diferencia de lo que parece esto no tiene nada que ver con la serie. Más bien tiene que ver con mis sentimientos, con el crecimiento interior que he experimentado, con el por qué soy consciente de que he crecido como nunca en los últimos 9 meses.
Me siento una persona nueva. Quizás no nueva, pero sí remodelada de un modelo antiguo. Remasterizada. Y de alguna forma todo este proceso, en vez de hacerme sentir más fuerte, me hace sentir más débil. Más incapaz de hacer frente a lo que la vida quiere hacer conmigo.
Lo que es a lo mejor un paso hacia delante, puesto que la próxima vez que me engañen, me traicionen, me rompan el corazón o simplemente las cosas se acaben, no me sentiré tan culpable y tan destrozada porque no lo vi venir, porque no supe lidiar con ello, porque realmente me rompió en pedazos.
Resulta que es normal doler y es normal que te hagan daño.

viernes, 5 de junio de 2015

Incertidumbre romántica

Prague, Czech Republic
Prague, Czech Republic
Siempre he pensado que el caos en mi cabeza era algo que sólo me pasaba a mí. Egocentrismo y esas cosas. También miedo y falta de autoestima.
Aunque quiera tener las cosas claras, no las tengo. Ni siquiera sé exactamente en qué pienso cuando pienso, a veces.
Resulta que es algo inherente a la adolescencia. A la juventud también. ¿Supongo que también al resto de la vida? Si ya he pasado de lo primero a lo segundo es algo que todavía no tengo claro. No es una de esas de "cuando lo vives, lo sabes". Aunque, ¿qué es eso de que "lo sabes" de todas maneras? Yo no sé nada.
Últimamente me encuentro en un constante estado de ruptura con lo anterior. Con lo que me ata al pasado, con la educación que he recibido, con las expectativas, con lo planes previos que ya no parecen encajar del todo en el puzzle.
Sobre todo rompo con mis ideas, viejas y nuevas, y me cuestiono constantemente qué es realmente lo correcto.
Os sorprenderíais al ver la cantidad de veces que decido que lo correcto es esto o aquello cuando minutos después me doy cuenta de que lo correcto no existe. No es algo eterno ni mucho menos material, pero te golpea en toda la cara tan a menudo...

lunes, 1 de junio de 2015

Adicciones

Después de soñar contigo- o con quién eres en mi mente, la persona idealizada que he creado para ti- me pongo a escuchar música que me hace pensar. A estas alturas ya estoy tan aferrada a ti como un mono, como un bebé caprichoso, porque tocar el suelo con los pies me da miedo.
A penas ha pasado una semana y ya necesito mi tratamiento de desintoxicación, alejarme, ver las cosas con cierta distancia. Olvidarme de ti unos días.
Toca volver al chocolate, a las chucherías, al pasado o a todas las demás adicciones a la vez. 
Todo menos estar como estoy, mirando el móvil esperando a que digas cualquier cosa. Me da igual qué. Sólo di algo y hazme sonreír.