jueves, 9 de agosto de 2012

Tarde, tarde, tarde para salir del agujero

Ellos empezaron a tratarla como si fuera tonta osea que ella se dejó, que creyeran lo que creyeran no iba a dejar de ser quien era. A la gente parecía disgustarle menos, así que comenzó a comportarse como si de verdad tuviera pocas luces. Hacer las cosas sin darle vueltas, pasarlo mal y no pensar en ello, como si nunca hubiera tenido lugar en realidad.
Ocultar los sentimientos en un rincón oscuro porque los tontos no sufren, solo sonríen.
Sin que ella misma lo supiera, con todas esas capas de maquillaje ocultándolo, comenzó a caer.
Enterrada en ese hoyo tan profundo comenzó a preguntarse si había merecido la pena, pero era tarde, tarde, tarde.

martes, 7 de agosto de 2012

Nunca más

No tengo nada que decir que no haya dicho ya. La soledad me pisa cada vez que intento levantarme.