viernes, 29 de junio de 2012

La parte de mí que he perdido

He crecido convirtiéndome en un conjunto horrible de dolor, de miedo, de soledad y de resentimiento. Antes era risueña, lo juro, pero ahora parece que nada va bien del todo nunca. Siempre falta algo. Probablemente porque me han roto tantas veces en pedazos que en una de las ocasiones perdí una parte de mí que probablemente nunca vuelva a encontrar.
El dolor me ha moldeado a su gusto.

martes, 26 de junio de 2012

Encontrar al culpable

Me gustaría contarle a alguien como me siento, me gustaría poder explicarme. Pero la gente está harta de la misma historia, del mismo drama. Me gustaría tener un amigo al que decirle cómo me duele y porqué, quizás lo que necesito es un médico.
Todo es tu culpa, ¿lo sabías? Me he quedado aislada aquí, sola y rodeada de gente, en mi isla a la que nadie puede pasar. Hay un muro a mi alrededor y te crees que solo tú tienes la llave. Me tienes encerrada en la torre pero ni siquiera yo quería ser salvada, o al menos hasta hoy. La verdad es que no me apetece hablar de lo que has hecho esta vez, total, viendo nuestra historia parece que en un par de días o de semanas te lo habré perdonado. Me pregunto si estoy desde hace tiempo en un bucle y si podré salir alguna vez.
No me gustaría contarle a nadie las ideas que sobrevuelan mi cabeza mientras escribo esto.

Quizás soy yo la que se aísla, pero sigue siendo tu culpa, que tanto daño me haces.

domingo, 24 de junio de 2012

Vuestros fantasmas siguen aquí

Me persiguen a través de cada noche en solitario, a través de cada imagen de vidas que no me pertenecen. Los que ya no están siguen mis pasos susurrándome al oído todo lo que he perdido.
Y es evidente todo lo que echaré de menos, cuando siga el camino sola, sin nadie en quien apoyarme cuando el sol apriete.
Ya no hay sitio en mi corazón para más vacío. Solo quedan recuerdos que revolotean haciendo un ruido ensordecedor. En la oscuridad de las noches en las que no hay nada -que son muchas-, mi miedo sigue ahí. Nadie más va a hacerme daño, me digo, nunca más, nadie podrá. Vuestros fantasmas me recuerdan que el pasado que ha pasado sigue existiendo.
No olvida.