viernes, 16 de diciembre de 2011

Para la Marilyn que pocos quieren conocer

La musa de este blog es Marilyn Monroe, por si no había quedado claro antes. Marilyn es una completa olvidada -a pesar de lo que parece- en el mundo. Solo se la recuerda como el mito sexual y por ser el icono que es ahora. Pero en Norma Jeane había una niña perdida, una adolescencia inexistente, mucho arte sin explotar y sobre todo, había mucho miedo. Marilyn Monroe es para mí un mito porque a pesar de lo que todos pensaban de ella, a pesar de cómo la trataban todos, ella se ha convertido en lo que es. Un icono. Un mito.
Ellos la mataron. Todos aquellos que solo veían en ella sexo y dominación. Marilyn era una artista que no consiguió brillar todo lo que debería haber brillado, por el lastre de su pasado y de como era. Y de "Norma Jeanes" está lleno el mundo, mujeres despreciadas, a día de hoy, porque solo son un cuerpo a ojos de los demás. Y yo lo siento, lo siento en el alma.
Ella escribía. Tenía una ortografía desastrosa y algunos se reían de eso, aunque fuera con cariño. Yo también me hubiera escandalizado si la mujer más bella del mundo, y también la más famosa, hubiera escrito delante de mis narices un "estava". Pero ella escribía lo que sentía, porque sabía que nadie oía su voz cuando hablaba.
Ella es para mí una musa, un ejemplo a seguir, un modelo. Ella merece ser recordada por lo que era y no por lo que es.

Una historia de maltrato y dolor re-empieza cuando desaparece un personaje, porque el maltratado tiene todas las de ganar entonces. Qué pena que sea siempre demasiado tarde para ver una sonrisa más, una caída de pestañas, un reflejo del sol en dorados tirabuzones.

A veces tan horrible es la vida que mi cabecita se plantea si alguna vez sonrió y sintió esa sonrisa...



La foto que preside mi blog desde hace ya muchos muchos meses es una foto de Marilyn Monroe, en la que, la primera vez que la vi, me daba la sensación de que tenía un bolígrafo en la mano. Vi por unos segundos a una Marilyn pensativa y divertida porque estaba escribiendo... Ese es el porqué.




“Ay maldita sea, me gustaría estar muerta
-absolutamente no existente-
ausente de aquí –de todas partes-
pero cómo lo haría
Siempre hay puentes-
el puente de Brooklyn
Pero me encanta ese
Puente (todo se ve hermoso desde su altura
y el aire es tan limpio) al caminar parece parece
tranquilo a pesar de tantísimos
coches que van como locos por la parte de abajo.
Así que tendrá que ser algún otro puente
uno  feo y sin vistas
-salvo que me gustan en especial todos los puentes-
Tienes algo…
Y además nunca he visto un puente feo”


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Las vueltas dan vida

Todo empieza jugando, de risas como dicen algunos. Entre amigos se ponen a pensar en series o películas y a identificarse cada uno con un personaje. Al principio es gracioso, cuando ves similitudes, cuando encuentras el parecido. Pero en el momento en el que te toca a ti -estúpido egoísmo, estúpida inseguridad- el personaje no es quien te esperabas. Parece ridículo, pero es cierto. Entonces es cuando ves realmente como te ve la gente, te montas tus paranoias y ves características en el personaje que crees que se te atribuyen y que a veces, simplemente, es por eliminación. No eres quien esperabas ser. No das la imagen que creías dar.
ES ridículo, lo sé, sobre todo en el contexto en el que me ha ocurrido a mí, hoy. Es desesperante ver como en tu cabeza el tema empieza a dar vueltas, a gritarte cosas que no quieres escuchar, a sorprenderte con adjetivos con los que -aunque es lo último que deseabas- te identificas. Ya no hay en ti la persona que había hacía unos minutos. Y es que tu mente es excesivamente metomentodo, siempre igual, haciendo el daño que otros no hacen, para poder llorar después.

En realidad no es tan importante, y, en el fondo, lo sabes. Eres quien eres... ¿sí? O quizás no... Eres tú quien decide tu personalidad, ¿o son las circunstancias? 
Y es que entonces estás rozando la indecisión.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Colour failure

Es increíble la obsesión que he desarrollado con ser pelirroja, con intentar cambiar y pasar a ser alguien que no soy naturalmente. Me intento convencer a mí misma que la imagen que se tiene de las rubias no es la que quiero que se tenga de mí, pero... ¿Es cierto? Realmente me siento poco identificada o representada por mi pelo rubio/castaño ¿O simplemente estoy huyendo de mi persona? Parece que todo va bien y yo solo pienso en lo horrible que es mi pelo con el "colour failure" que sufrí hace dos semanas, quizás solo es que soy muy presumida, a parte de las supuestas razones psicológicas o psicóticas...
Me desespera.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Hoy puede que crea en los milagros


Todo empezó con un abrazo ese mediodía de un casi-verano gijonés. No sabíamos dónde nos estábamos metiendo pero sabíamos que fuera lo que fuera ahí estábamos. Y llevábamos esperando ya un tiempo para poder sentir lo que sentíamos.
Todo transcurría como en una película: irreal, fantástico, completamente adjetivable. Nadie esperaba que algo así tuviera un futuro como el que ha resultado tener. Los días pasaban y sólo estábamos más cómodos, meciéndonos en la cuna del cobijo que nos dábamos el uno al otro. ¿Podía ir a mejor? Lo dudo. Lo único que podíamos hacer ya era caer, caer en un hoyo demasiado profundo para ser rescatados, y cada día sería un poco más difícil salir. Estábamos juntos, en esa típica escena en la que todo pasa alrededor de los protagonistas, mientras ellos se miran a los ojos, pero sin efectos especiales. Lo vimos pasar todo, juntos, vimos -sin quererlo- como dos adolescentes absolutamente incultos, inexpertos, inexplicablemente opuestos, crecían en una unión que a ojos de nadie tenía sentido.
Lo que sentíamos era tan intenso que los límites de los sentimientos, emociones, sensaciones y experiencias empezaron a desdibujarse. No queríamos un futuro juntos, pero parecía que no había manera de separarnos. No sabíamos, ni sabemos, qué es lo que sentimos exactamente. Sólo tenemos claro que nunca antes habíamos sentido algo así. Completamente llenos de un significado que desconocemos caminábamos, sabiéndonos eternos, o al menos en el recuerdo.
Esta es una relación que carece de sentido objetivo pero que está a rebosar de subjetividad, de miradas, de puntos de vista, de discusiones, de “te quieros”, de frases gritadas con odio, de miedos y de confianza. ¿Tú te crees que alguna vez volveré a sentir lo mismo por otra persona? Ni siquiera sé si me atrevo a contestar a esa pregunta.
Sigo tan perdidamente enamorada que me olvido, me abstraigo, me pierdo en sus ojos, sus brazos, sus palabras, sus desprecios, sus caricias… he encontrado mi Meca. Ese lugar al que ir periódicamente para encontrar algo en lo que creer. Porque a veces no entiendo el significado de milagro, pero otras veces lo tengo tan claro… Y todo empezó con un abrazo, dieciocho segundos, o catorce, no lo sé.