domingo, 12 de diciembre de 2010

Oda al ego

Señores y señoras, mi ego destrozado por una rubia una vez más, soy tan débil y envidiosa... Lo siento, lo siento mucho, pero ella me ha roto en mil pedazos con su dorado pelo largo al viento de la fría noche. 
Como si yo tuviera autoestima para estar perdiéndola por las esquinas.

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