domingo, 7 de junio de 2015

Sobre porqué dejé 'Masters of Sex' y otros descubrimientos

'Masters of Sex' por Entertainment Weekly
El verano pasado dejé de ver 'Masters of Sex' porque ciertas situaciones -prácticamente la trama principal de la serie- se había puesto contra mí en el momento de mi vida en el que menos estaba dispuesta a ver algo así. No sólo perdí el interés por completo, sino que me vi incapaz de acabar de ver los capítulos sin sentir profundo rechazo.
La abandoné, cosa que para mí resultó como abandonar a una mascota, a alguien a quien quieres. No era capaz de seguir su ritmo.
Las razones se fueron aclarando con el paso de los meses. Primero culpé al tiempo. Como siempre se hace en estos casos.
Ahora soy consciente de que nada que ver tenía con las horas, los planes o el trabajo. Simplemente no estaba preparada. Ni siquiera quería estarlo.
Y no nos confundamos, no es que ahora disfrute con un hombre y una mujer teniendo una aventura extramatrimonial, es que ahora, a diferencia de entonces, soy capaz de entender que es ficción y no una respuesta del universo a mi vida. No es que la población mundial quiera hacerme ver que lo más normal del mundo es ponerle los cuernos a tu pareja.

Es curioso que me ponga a hablar aquí sobre este tema que, teniendo un blog de series que idolatro, hubiera encajado mejor en otro sitio. Pero a diferencia de lo que parece esto no tiene nada que ver con la serie. Más bien tiene que ver con mis sentimientos, con el crecimiento interior que he experimentado, con el por qué soy consciente de que he crecido como nunca en los últimos 9 meses.
Me siento una persona nueva. Quizás no nueva, pero sí remodelada de un modelo antiguo. Remasterizada. Y de alguna forma todo este proceso, en vez de hacerme sentir más fuerte, me hace sentir más débil. Más incapaz de hacer frente a lo que la vida quiere hacer conmigo.
Lo que es a lo mejor un paso hacia delante, puesto que la próxima vez que me engañen, me traicionen, me rompan el corazón o simplemente las cosas se acaben, no me sentiré tan culpable y tan destrozada porque no lo vi venir, porque no supe lidiar con ello, porque realmente me rompió en pedazos.
Resulta que es normal doler y es normal que te hagan daño.

5 comentarios:

  1. Vamos que te pusieron los tochos y veías tochos en todas partes y parecía que el universo conspiraba en contra tuya, suele pasar jeje. Y lo del cambio tampoco hay que magníficarlo, es algo normal tras la experiencia tan diferente, que estás viviendo, y es algo muy bueno que llegue esa madurez. Y ya era hora, por cierto ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias majo por estas agradables palabras y esas microagresiones tan discretas. Eres un encanto.

      Eliminar
    2. Madre mía, en serio lo consideras un ataque? más bien lo deberías ver primero como una felicitación, porque como ha dicho B, es algo que nos ha pasado a muchas y a muchos, al igual que el cambio que estás viviendo, y después como un consejo y una crítica real y constructiva que te pueden ayudar a avanzar, de parte de alguien a quien le importas. Pero quizá prefieras que la gente de tu alrededor te diga que todo es maravilloso y siempre lo ha sido y nunca te diga la verdad, y conociéndote lo dudo. Deja de pensar que esto es la MTV, aquí no hay haters, sino personas que se interesan por ti y quieren ayudarte, y quieren que sea de forma recíproca. Si no fuera así, no te seguiría a ti ni al blog, las personas no nos aburrimos tanto.
      Quizá el fallo sea que al salir como anónimo piensas que soy enemig@, pero es porque no quiero personalizarme en el blog, pero ya te diré quien soy. Soy muy cercana a ti, seguro que luego lo adivinas, jeje.

      Eliminar
  2. es super normal y más comprensible aún que necesitaras dejar de verla. el universo no conspiraba (ni conspirará) en tu contra, para bien o para mal pasan mil cosas buenas y malas constantemente, pero sí es cierto que cuando algo nos impacta, nuestra percepción se magnifica y lo vemos en todas partes. a mí me ha pasado, y entiendo que se siente como la mierda, se siente total rechazo, ganas de huir totalmente de cualquier cosa que lleve a, o sencillamente recuerde a ese drama. pero también creo que llega un momento, que normalmente es tiempo después, cuando se toma la distancia necesaria para asentarse en una misma, en que creo que debe hacerse frente a lo que dolía, también a lo que recuerdo a ello. es como si el tiempo de rechazo permitiera calmarse, que la herida se estabilice, que no vaya a más. y pasado un tiempo, toca limpiarla. limpiar una herida a veces requiere dolor, que se reabra y escueza, pero es necesario para quitar por completo lo podría acarrear otras enfermedades. creo que ayuda a ver cosas que no supimos ver, preguntarnos cosas que no nos preguntábamos y obtener muchísimas respuestas. y lo más importante: sacar de nosotros lo que nos hizo daño. a mí me parece que en el momento en que se es capaz de pronunciar algo en voz alta, se deja de temer, se empieza a procesar con más salud y, eventualmente, cuando incluso se puede hablar de ello, se deja ir.
    al dolor y las cosas malas hay que verlas y sentirlas como lo que son, partes de la vida y, por duro que sea, excelentes maestros. sea lo que sea que sucediera, ten siempre en mente lo importante: que si algo malo pasó, entonces mejor que acabó y no siguió generando un daño que sería peor a la larga. pero también que antes fuiste feliz y que, precisamente porque has sufrido, sabrás volver a serlo, con una ilusión que antes no hubieras experimentado. perdona. mírate al espejo con orgullo y recuerda que cada día que pasa estás más lejos de lo malo y más cerca de la mejor versión de ti misma. y que eres preciosa. es normal doler, sí, y también dejar de hacerlo.

    ResponderEliminar
  3. Me encanta el foto!

    http://the-renaissance-of-inner-fashion.blogspot.co.uk

    ResponderEliminar