miércoles, 9 de junio de 2010

Madrid.

No existen los amuletos para el que no cree en ellos. No sirven para nada.
Sirven el trabajo y la constancia.
Que pena que sean cosas que brillan en mí por su ausencia.
Creo en Dios, pero está claro que no hace milagros insulsos y que algo falló conmigo.

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