jueves, 3 de junio de 2010

Madrid.

He perdido la consciencia.
Me he despertado bajo un montón de ropa tirada en el suelo desde hace semanas, en una habitación que no conocía, "¿qué es esto?" pensé.
La habitación estaba iluminada por una luz verdosa.
"¡Ah!" pensé, "Debe de ser ese pedazo de Uranio enriquecido lo que le da este color tan macabro a la situación"

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