jueves, 17 de mayo de 2012

Levantarme y parar su carrera

Mi cara golpeó contra el suelo. El impacto fue tan fuerte que sentía que me ardía la mitad de la cara. La rabia, la impotencia, la adrenalina... Todo junto no era suficiente para hacer a mi cuerpo levantarse otra vez del suelo. Toda magullada y sintiendo ese fulgor en la sangre miré hacia arriba y vi como se había marchado dejándome tirada sobre el suelo frío. Sentía como me quedaba atrás, como mis esfuerzos eran inútiles... "No importa", pensé, esperaré a que vuelva; durante un segundo eso me proporcionó lo que necesitaba para levantarme y parar su carrera: esta vez el balón no entraría en mi canasta, este par de puntos eran míos. El deporte es así.

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