sábado, 21 de noviembre de 2015

Dolor de muelas

Rebotaba en tus paredes,
En cuatro muros de corazón helado.
Me pegaba a tus sábanas,
Me enredaba, me escondía.
Esas sábanas de franela que tanto detestaba,
No hacía tanto frío cerca de tu corazón en llamas.

Cuando quería salir la puerta estaba cerrada. Cuando quería entrar, también.
Nunca estabas cuando tenías que estar.
Casi mato a tu gato cuando me pediste que lo cuidara.
Casi rompo tus ventanas y destrozo tus cojines.
Huracán Marina.
Y luego, calma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario