lunes, 31 de enero de 2011

Perdiendo la razón

Me has destrozado por dentro Marina. Estoy podrida, en ruinas. Soy débil. No tengo dónde ir, hasta dónde arrastrarme. Me arden los ojos. No has hecho más que destruir mi mundo. Tu mundo.
Hemos creado un monstruo. Hace mucho que ya no sé quién de las dos es el ser racional. Dudo que nos quede de eso.

¿Qué te ha pasado Marina? Hace mucho que no sonríes. Sí que sonrío, lo hago a menudo. Pero es la sonrisa putrefacta que demuestra todo lo que te queda... Estoy vacía. ¡Estoy vacía!
Siento que nada bueno queda ya... Es triste, ¿verdad? Siempre había creído en ti pero si no puedo sostenerme... No sé quién eres. ¿Te has perdido?
La verdad es que sí, qué quieres que te diga...
Pero también he contado muchas mentiras.

Marina hoy debes levantarte. Yo confío en mí. La vida no es tan dura como me parece. Todos sabemos quién es la exagerada en este tema. Nosotras.
Marina. ¿Te has perdido? Desde luego.
Me preguntaba si el cielo será fácil de encontrar... No quisiera vagar eternamente... No he sido mala. Apenas.
Sé que lo has hecho todo mal. Pero no ha sido a posta. Yo no creo que seas mala. Pero sí he dicho muchas mentiras.
Levántate y comienza hoy olvidando qué pasó ayer, ¿lo harás? Lo dudo. Yo también te quiero.

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