La verdad es que es bonito, ¿no? Me refiero a mantener la esperanza. Pero también duele, duele mucho, porque sé que sólo es esperanza, no hay nada de racional en mis suposiciones.
Me voy a marchar, irremediablemente, contra lo mucho que te quiero, en favor de ese futuro que sueña con llegar lejos.
Nunca me he enamorado. Siempre he renegado del amor adolescente. Nunca jamás permitiría a una amiga dejar de hacer algo por un chico.
Pero ahora, aunque suene horrible, tú has cambiado mis esquemas.
Mantengo esa estúpida esperanza de que, aunque nos separemos, el amor, la casualidad, el destino... Nos haga reencontrarnos.
Porque tengo una esperanza irracional, junto con ese miedo irracional de perderte para siempre y que todo lo que hemos sido, pase a ser nada.
Y no puedo evitar tener miedo de que tú o yo nos enamoremos de otros, en otros sitios, otras circunstancias. Será un paso más hacia ese olvido, quizás lejano, o quizás no, pero que llegará.
Espero no perder la esperanza, porque es lo único que nos queda.
Me voy a marchar, irremediablemente, contra lo mucho que te quiero, en favor de ese futuro que sueña con llegar lejos.
Nunca me he enamorado. Siempre he renegado del amor adolescente. Nunca jamás permitiría a una amiga dejar de hacer algo por un chico.
Pero ahora, aunque suene horrible, tú has cambiado mis esquemas.
Mantengo esa estúpida esperanza de que, aunque nos separemos, el amor, la casualidad, el destino... Nos haga reencontrarnos.
Porque tengo una esperanza irracional, junto con ese miedo irracional de perderte para siempre y que todo lo que hemos sido, pase a ser nada.
Y no puedo evitar tener miedo de que tú o yo nos enamoremos de otros, en otros sitios, otras circunstancias. Será un paso más hacia ese olvido, quizás lejano, o quizás no, pero que llegará.
Espero no perder la esperanza, porque es lo único que nos queda.
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