ES ridículo, lo sé, sobre todo en el contexto en el que me ha ocurrido a mí, hoy. Es desesperante ver como en tu cabeza el tema empieza a dar vueltas, a gritarte cosas que no quieres escuchar, a sorprenderte con adjetivos con los que -aunque es lo último que deseabas- te identificas. Ya no hay en ti la persona que había hacía unos minutos. Y es que tu mente es excesivamente metomentodo, siempre igual, haciendo el daño que otros no hacen, para poder llorar después.
En realidad no es tan importante, y, en el fondo, lo sabes. Eres quien eres... ¿sí? O quizás no... Eres tú quien decide tu personalidad, ¿o son las circunstancias?
Y es que entonces estás rozando la indecisión.
El problema que tienes es la distancia, Marina! Es muy duro llevar una relación así, son 500km, verse una vez al mes si es posible y sino nada. Ya verás que en cuanto os veáis ahora en navidad se te pasa toda esta rayada de cabeza y estas paranoias y simplemente disfrutas de la relación tan fantástica que tienes! No pienses en mañana, piensa en hoy, el mañana ya llegará.
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