miércoles, 2 de noviembre de 2011

Money makes de world go round

Como nueva adulta me empiezan los problemas de pasta. Ay señor, el dinero, ¡qué suplicio!
¿Quién me mandaría a mí irme a vivir fuera de casa de mis padres aunque siga siendo una mantenida? Ahora tengo que pedirles más dinero a mis señores progenitores o a quien pueda, que es -al menos para mí- una de las cosas más vergonzosas que existe.
Y no es que gaste mucho, o al menos eso me parece, ¡pero es que el dinero desaparece! ¿Dónde se marcha? ¿Quién me lo quita?
No me acuerdo de dónde lo desperdicié la última vez... No me he comprado ese precioso vestido que llevaba  mirando unos días, o ese collar que vi aquel día. Pero el dinero ya no está.
Que si hamburguesa por aquí, que si chocolate por allá, que si tal que si cual...
¡Ahora ya sé lo que vale un peine!

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