Heace tiempo escribí una entrada renunciando a esto, pero volví, como el hijo pródigo. Despotriqué diciendo que escribía cosas muy personales y que nadie de quien lo leía entendía nada.
En cambio el otro día con unos amigos mientras hablábamos de poesía una chica me preguntó por la dirección de mi blog después de haberse escapado de mis labios su existencia. Me negué a dársela, le dije que eran cosas muy personales y que me daba vergüenza. La pura verdad. Me da vergüenza, en cambio lo escribo en Internet, que ironía que algo como esto me parezca privado.
Y es por la impersonalidad, escribo esto aquí para vosotros, quien quiera que seáis, porque nadie me juzga, porque nadie me conoce, nadie sabe de qué o de quién hablo exactamente, es como reflexionar conmigo misma, no hay malas críticas, algo de lo que tengo mucho miedo por mi frágil autoestima.
Pero la verdad, lo tengo puesto en Twitter, hotmail y no sé si en Facebook ¿qué pretendo? Siento decir esto pero será porque soy géminis... Ya sabéis eso de tener dos personalidades y... ¿no? Vale.
Me gustaría que cuando sea mayor alguien lea mis cosas y diga, me gusta como escribe esta chica, al igual que hace ahora mi madre con algunos de los columnistas de los periódicos.
Y yo misma, sin ayuda de nadie (excepto de mi amigo el blog) acabo de darme cuenta de que lo hago para conseguir aprobación. ¿Qué estupidez no?
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