Ah, ¿qué no lees mi blog? Mejor, así puedo escribir sobre ti, sobre el daño que me haces a pesar de que te he dicho tantas veces cómo me siento que ya me da vergüenza.
Todo el mundo quiere ser escuchado, creo que no soy la única.
De un tiempo a esta parte ya no queda nada de ti -o quizás soy yo quien ha cambiado- y otra persona ha aparecido en tu lugar, alguien a quien no le importo nada y a quien escuchas y atiendes por compromiso. No tienes que cuidarme, si eso es lo que te crees que estás haciendo, puedo cuidarme sola sin nadie haciéndome más daño del que ya llevo encima. Si no vamos a ser como antes vamos a -simplemente- no ser.
No tienes que cerrar los ojos más tiempo, ya quito de delante esta abominación que creamos, para que puedas ver tu claridad.
No te necesito si tú no me necesitas a mí, porque así son las amistades, de dos sentidos.
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