Era una niña, ¿qué pudo llamarte la atención de mí? ¿Mis inocentes catorce años? ¿Fueron mis tirabuzones para la ocasión o ese vestido de color rojo? Era una niña, y más para tus ojos, que tanto habían visto. No entiendo, qué viste, qué hizo que me llamaras, qué hizo que meses más tarde olvidaras mi existencia a pesar de tenerme tan presente.
Yo no estaba preparada para que alguien como tú entrara en mi vida, pero dio igual porque te asomaste por la puerta y te fuiste. No estaba preparada para tus largos dieciocho años.
Todavía me pregunto, de vez en cuando, en mis ratos muertos, qué pasó esa noche en la que "nos conocimos" y que pasó ese día en el que "dejamos de conocernos".
Asombroso.
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