He pensado en ello otra vez. otra vez más... Y todavía estamos en Noviembre. Tengo miedo... Siempre tengo miedo. Pero esta vez no es por algo que pueda pasar, es por algo que va a pasar. Septiembre no va a dejar de ser, porque lo que no es no existe, por lo tanto es impensable.
Septiembre no va a dejar de venir. Siempre va a estar ahí, después de agosto. Esperando, acechando... Y yo me muero de miedo. Voy a quedarme sola, vacía, desesperadamente incompleta. Y en cambio tú no vas a desaparecer, vas a seguir existiendo en todo tu tú. Y yo voy a ser consciente. Y yo a cientos de kilómetros de ti no voy a ser yo, hasta que me acostumbre, que supongo que llegará ese día.
Me voy Carlos, te dejo aquí y me voy probablemente para siempre.
Probablemente solo volveré para visitar. Y si algún día vuelvo para quedarme se habrá apagado la llama.
Y siento decir que he mentido, descaradamente.
Donde hubo fuego siempre quedarán las cenizas, pero las cenizas nunca volverán a prender.
Y tengo tanto miedo... Escribir tu nombre me ha hecho darme cuenta de lo real que es esto... A veces pienso que no soy realmente consciente que ya tenemos nuestro punto y final escrito.
Punto y final.
No puedo imaginar lo que es estar sin ti, porque eres prácticamente todo lo que conocido, todo lo que he tenido.
Voy a perder el mejor sitio del mundo, tus brazos. Y lo peor es que mi yo futura ya te ha perdido, es decir que de una manera o otra ya no estás conmigo.
No lo estás.
Para siempre.
Vaya...Marina, me encanta! es precioso. Aunque es realidad no? tiene que doler mucho...conozco esa sensación de saber que algo va a acabar seguro sin que puedas hacer nada! quizás podais hacer algo, el amor lo mueve todo!
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